jueves, 9 de abril de 2009

PAREJA CAMPIRANA

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Vivieron en extrema pobreza, de la tierra y los pocos animales de su corral, sin escuela pero con libros añejos que alguna vez dejaron sus abuelos en un cuarto grandísimo, que ahora, además, alojaba algunas herramientas de arado y otros tantos triques que se fueron acumulando a través de los años. Se despertaban con el alba y se dormían apenas el sol se escondía, lejanos a la modernidad. Esperaban los fines de semana anhelando esos tragos que alivian la tos de invierno, que preparan para el calor fulminante que se acompaña de pétalos, que llevan al extremo las necesidades sexuales, que difuminan las caras e intensifican sensaciones. Revoloteaban en cascadas de recuerdos acarreados por la nostalgia de los libros hasta que la mujer ajena deslizó la mano por la entrepierna, las miradas tensas, el deseo golpeando el pecho, la fortaleza de una huida, la maldición del ruido en el pueblo chico; el caminar por la vereda resoplando pasiones, sudando imágenes; entrar a la casa con un pretexto o justificación válidos que se desmoronan ante la mirada inquisitoria de la pareja emperrada; el que sea inevitable la mirada baja o ver la chimenea ardiendo en letras, él con una culpa achacada, ella con una sonrisa característica de su especie, ambos: destrozados. Jamás asistieron a una corrida de toros, o sufrieron por un embotellamiento en la calle que retrasara la cita esperada; ni trataron de acabar con el mundo a mentadas de madre y claxonazos intimidantes que rebotan en la parte de atrás de los vochos y vagonetas con mujeres al volante, pero autosuficientes fueron, también, buscando su miseria. 
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3 comentarios:

Mafufa dijo...

ZAS!!!
Que triste, miserable e impúdica puede ser la vida...
No es cuestión de tener o no tener, simplemente así la forja uno...

Como siempre, me gusto! :P

Cicuta drinker dijo...

No me gusta la miseria. La autotrofagia. Me gustó, Neto. Espero verlo en San Luis.

Aleita! dijo...

Neto:
si te deja tu señora por seguir aumentando de peso, cásate conmigo. Por fis.