viernes, 13 de marzo de 2009

CEMENTERIO

*  *  *  *

*  *  *  *  *

Las visitas siempre llevaron su corazón en la mano, pero hubo momentos en que la concurrencia molestaba a los vecinos, más de un par de veces reportaron los disturbios a las autoridades. 


Todos los días, al meterse el sol, se acercaba a la reja la figura desgarbada, puntiaguda y derrotada de un hombre, los kilos del mundo sobre sus hombros caídos, una llave amarrada a su muñeca con un par de hilos de colores. Lo único constante en su vida era el hitter que lleva en su bolsa izquierda desde los quince, los ojos rojos, la ausencia, la sonrisa estúpida. Aún cuando muchos le perdonaron su filosofía neohippie otros, los más, eran menos generosos cuando pedía resolver un problema entrelazando manos e invocando amor. Esto le costó ataques y burlas de lenguas bífidas (queremos creer que lo hacía consciente de su ceguera hacia la triste verdad de que el mundo perdió esa creencia hace un par de décadas).  


Eran muchos los motivos para escapar, los ahogaba cuando sus filosas manos sujetaban la pipa en la oscuridad, entre los principales: los sueños rotos e inalcanzables. Su largo y descuidado cabello escondía la mayoría de sus facciones, antes sanas, y los pequeños destellos que vencían la mata iluminaban extrañamente su angulosa cara. Nunca procuró para el futuro, después de todo la ausencia espiritual era su justificación para su irresponsabilidad terrenal. Tampoco nadie sabe si era feliz o infeliz, pero su reaccionaria sonrisa parecía de ocultamiento. Ciertamente no parecía molestarle acostarse en el rincón del cuarto, sobre la colchoneta que encontró en la calle, rodeado de cadáveres de cucarachas que no alcanzaron a evacuar el lugar a tiempo, de una veintena de guitarras rotas y desgastadas, muñecas sucias y cercenadas, pelotas, dos dibujos y una foto de hijas olvidadas. Tampoco le molesto llegar ese día a esperar Átropos para que cortara la cuerda de su última guitarra. 


Los vecinos estaban acostumbrados a la peste que salía de la casa, pero les intrigo el silencio, así que levantaron un reporte con las autoridades. 


*  *  *  *  *

*  *  *  *



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Je, no sé por qué razón he recordado a Kalimán. Lo siento, no quiero ofender tu entrada; de hecho, me agradó mucho.

Patancito dijo...

¿Qué se metió neto hoy?

Aleita! dijo...

me recordaste una foto de david lachapelle: cristo drogándose con más banda yonki.